El invierno, estación del año con pocos olores, días cortos y fríos, con pocos referentes y ambientes de olor, quizá el ambiente navideño con olores de abeto y musgos, a frutos secos, tarta de manzana, pocas notas florales… En enero y febrero, el olor de la mimosa verde, miel, dulce y amarga a la vez…
En cuanto a las fragancias, durante el invierno buscando calor y abrigo se utilizan fragancias más bien cálidas, intensas y perfumadas: florales orientales, chipres, gustativas, cuero, madera, especiadas…
A mediados y finales de marzo los días ya son más largos, temperatura más templada con el sol que empieza a calentar agradablemente, cielo azul y transparente. En los árboles empiezan a despuntar brotes verdes que cambian el color en calles, parques, jardines y el aire todavía fresco nos trae el olor LIMPIO, TIERNO, FRESCO, DULCE, VERDE y FLORAL de la fantástica y evocadora estación de la primavera.
Los almendros, ciruelos, manzanos, cerezos y otros árboles frutales ofrecen un renovado paisaje con nuevos tonos verdes de diferentes plantas, hojas, tallos y hierbas… Cada flor de frutales, cada verde vegetal ofrece variantes a este sorprendente olor de primavera.
La generosa lluvia que abunda en esta época del año, el agua de deshielo de la nieve nos da riqueza, limpia el paisaje en montañas y en zonas urbanas; la humedad, el olor a tierra mojada, a musgos y líquenes en piedras de río, en rocas incluso en muros de antiguas construcciones… olor que desprende la “esencia de roca“, descubierta en recientes estudios su existencia y composición de la misma.
El olor más importante en primavera es el FLORAL, de árboles frutales, de antiguas rosas de jardín recién abiertas, rosas rojas de pétalos aterciopelados con olor más intenso y profundo, rosas de té, rosas amarillas, rosas color rosa más o menos intenso.
A los perfumistas que componemos fragancias, la rosa en sus múltiples variantes de olor nos aporta inspiración para trabajar en nuevas fragancias, en general para mujer pero también para hombre y mixtas. En el olor de la rosa encontramos efectos verdes, de frutas exóticas como el lichi, maracuyá; de frutos dulces como melocotón, albaricoque; notas cremosas y cosméticas como en la bouvardia y la peonia; especiadas como el clavo de olor, pimienta negra; notas de iris – violeta asociadas a talco polvoroso y suave; notas marinas de algas, a lilas, a heliotropo; notas aromáticas a manzanilla.
Estas son subfamilias de olor que utilizamos para definir de forma más completa el olor de una rosa.
Se celebran en muchas ciudades concursos internacionales con premios a la rosa con mejor perfume, en París, Ginebra, Madrid, Nantes, Lyon, Reus, Barcelona… Asisto a tres de estos concursos y, para mí, es una muy interesante experiencia sobre el mejor olor que como aceites esenciales y como referente tenemos.
Las mejores calidades de aceite esencial se destilan en Bulgaria, Turquía, India y como esencia absoluta obtenida mediante extracción con disolventes orgánicos en Grasse la rosa de mayo Centifolia, en Marruecos, en Turquía.
La primavera se asocia también con el color blanco, bodas, vestidos, primeras comuniones, el mes de mayo, las flores blancas son un referente en perfumería.
Existe el jazmín de primavera, jazmín grandiflorum de junio a octubre, flor de naranjo o azahar, madreselva, muguet o campanilla, gardenia, ylang ylang, magnolia, tuberosa o nardo, clavel… todas estas flores en forma de bouquet se asocian con el romanticismo, notas muy femeninas en las que encontramos grandes éxitos en perfumes.
La flor de la violeta y sus hojas, freesia, junquillo, narciso, lilas, syringa, iris pallida e iris germánica son importantes flores de primavera utilizadas como ingredientes y referentes en perfumería.
El perfumista compositor y creador de fragancias utiliza cientos de ingredientes naturales, sintéticos, esencias reconstituidas y bases fantasía de diferentes olores imaginados:
– Naturales como aceites esenciales obtenidos por destilación por arrastre de vapor de plantas aromáticas, flores, granos semillas y especias, maderas, raíces y rizomas…
– Sintéticos a partir de ciertas esencias, de la trementina o del isopreno mediante tratamientos físico químicos.
Las esencias reconstituidas las compone el perfumista utilizando los ingredientes de que dispone para conseguir reproducir el olor de cualquier esencia con la ayuda de técnicas analíticas y de estudio olfativo, para conseguir un nuevo ingrediente más económico, también diferente y más original.
Existen materias que al destilarlas o al intentar extraer su olor con disolventes orgánicos, no dan ningún resultado utilizable. En este caso es necesario reproducir su olor por los perfumistas. El suave y fresco olor de muguet de mayo, la gardenia, lilas, siringa, freesia, flores de árboles frutales… son algunos ejemplos.
Las bases de fantasía son menos figurativas y responden a diferentes estímulos creativos, un ejemplo podría ser una base primavera respondiendo a la imagen de este ambiente por parte del perfumista, base cuero de Rusia con olor a quemado, a brea, olor a humo de incienso, olor verde a bosque de pinos en verano, olor a mar con su paisaje Mediterráneo, olor tecnológico a computadoras, olores frutados gustativos como fresas, frambuesas…
Como imágenes claras de primavera quisiera comentar ambientes que tengo muy claros en mi memoria olfativa, muy reconocibles por cantidad de personas que han tenido ocasión de vivirlas y disfrutarlas.
En Sevilla, en primavera, con sus naranjos amargos en flor, se llenan sus calles del olor de azahar. A primeras horas del día se siente el olor a rocío sobre estas flores, en sus patios y jardines; olor limpio fresco de agua, a jabón, que nos queda grabado en la memoria como uno de los mejores olores a primavera que existen.
Una variante sobre el mismo paisaje urbano de Sevilla, más al atardecer el olor a primavera descrito mezclado con el misterio del olor a incienso, al olor de la cera fundida de miles de cirios ardiendo junto a miles de flores, el olor de fragancias, perfumes, aguas de colonia de cantidad de gente que acompaña las imágenes religiosas en Semana Santa en esta ciudad.
También recuerdo trabajos de olor a primavera que realicé para el grupo de Comediants para “Sol Solet”, hace ya muchos años pero que quedó como una base interesante de trabajo. Trabajos para reproducir el olor de la flor de gardenia, de freesia y de Siringa que pude utilizar en diferentes perfumes.
Para mí, todo ello son mis vivencias olfativas con la primavera.
(Artículo publicado por el perfumista Rosendo Mateu, Revista Regia Primavera 2018)