Dentro del enorme mundo de la perfumería existe un reducto para la elaboración y experimentación artesanal, fuera de las presiones del mercado y centrado en el lado más íntimo del creador, los perfumes nicho.

Se entiende por perfumería nicho toda aquella que se aleja, de manera consciente, de las prácticas comerciales masivas para centrarse en el núcleo de la creación: la fragancia y la calidad del producto. Referido en ocasiones también como perfumería selectiva o perfumería artística. Sea como sea, lo más importante es la calidad del producto. En este tipo de perfumería la distribución es selectiva y el coste del jugo supone un 90% de la fabricación del producto final. El 5% restante se invierte en el packaging (estos son datos aproximados) y el resto de la inversión es para marketing, que suele ser discretísimo. Frente a estos datos están los de la perfumería general, que conoce todo el público, y que requiere un proceso menos humanizado por los grandes volúmenes que exige la fuerte demanda del consumidor y de la alta competencia.

¿Cuáles son las características que debe tener un producto de perfumería para ser nicho?

1. El enfoque principal de este mundo creativo es la visión artística de los perfumistas o los directores de las marcas, que suelen ser en la mayoría de los casos los propietarios de las mismas y las crean para expresar un concepto personal, que es su sustento principal, y ahí está el éxito del negocio. Ejemplos: Alessandro Gualtieri para Nasomatto o Ben Gorham para Byredo.
2. La Distribución es siempre exclusiva o selectiva, nunca a gran escala.
3. Más que tener presencia en puntos de venta masivos, estos son parte fundamental del concepto de producto y marca, por eso se cuida la distribución como parte fundamental del proceso productivo, estando presente en tiendas exclusivas y 100% expertas. Para los perfumistas es más importante un punto de venta relevante que tener presencia física general, aunque vendan menos.
4. Su estrategia de marketing es el producto final. La innovación, la originalidad y la excelencia consiguen que estos productos sean imprescindibles en los ámbitos profesionales en los que tiene incidencia la perfumería.
5. Su política de precios no contempla ni descuentos ni promociones al no estar sujetos a la temporalidad.
6. Los ingredientes de altísima calidad y las formulaciones con fuertes dosis de experimentación suelen ser la base del desarrollo de estas casas perfumeras. Tanto los procesos como las materias primas son de un alto coste que encarece el producto final. Algunos ingredientes, como el ámbar gris puede valer unos 10.000€ el kilo, según el mercado.
7. Se pone máximo interés en los detalles, todo tiene que ir en la misma dirección: el nombre de la fragancia, el perfume, el packaging, los colores…

[Artículo publicado en Revista Forbes Care, Octubre 2014]